jueves, 22 de febrero de 2007

Ciencia o Religión... ¿O Ambos?

Esta es una historia tomada del New York Times, sobre el paleontólogo Marcus R. Ross, quien completó recientemente un Doctorado en Geociencias de la Universidad de Rhode Island. Lo interesante de esta historia es que el Dr. Ross no es nada más ni nada menos que un fiel creyente del "creacionismo de la tierra joven", que se basa en la idea que la Tierra fue creada hace sólo 10,000 años, rechazando la teoría de la evolución de Darwin. Cabe mencionar que su tesis doctoral consistió en el estudio de los mosasaurios, una especie antigua de lagartos que se adaptaron a la vida marina a finales del período Cretáceo, desde hace unos 90 millones de años hasta el final de la era Mesozoica, hace 65 millones de años. Pero ¿cómo es esto posible? Traduzcamos parte del artículo:

En su opinión, dijo el Dr. Ross, los métodos y teorías de la paleontología son sólo un "paradigma" dentro del estudio del pasado, y las Escrituras son otro. En el paradigma paleontológico, dijo, las fechas en su disertación eran completamente apropiadas. El hecho de que por ser creacionista posee un punto de vista distinto simplemente significa, dijo, "que estoy separanto los distintos paradigmas".

Pero luego nos encontramos con algo curioso, al traducir parte de su propia biografía en la página web de la Universidad Liberty:
Marcus Ross ha amado la paleontología (especialmente los dinosaurios) desde que era un niño en Rhode Island. Él persiguió esta pasión, investigando recientemente sobre un grupo de reptiles marinos extintos llamados mosasaurios. Él está sumamente interesado en temas relativos a la controversia creación-evolución y la intersección de la geología con los eventos bíblicos de la creación y el diluvio de Noé.
Pero entonces se preguntarán, ¿está separando los paradigmas o los está intersectando? Lo ideal sería que él mantenga los 2 puntos de vista separados, es decir, su vida profesional (noten en su página web que se desempeña como profesor de Historia de la Vida, lo cual es bastante irónico), de su vida religiosa. El problema es que el creacionismo no se conforma con ser considerado un dogma religioso, sino que tiene la intención de convertirse en ciencia, con ayuda por cierto de su prima-hermana, la teoría del diseño inteligente, la cual afirma que el Universo, la vida en la Tierra y el origen del hombre son el resultado de acciones racionales emprendidas de forma deliberada por un agente inteligente, es decir, un Dios.

Los científicos, específicamente los que están dedicados a las geociencias, buscan en la naturaleza las respuestas a sus preguntas, y ponen a prueba esas respuestas mediante experimentos y observaciones. Para los literalistas Bíblicos, la Escritura es la única autoridad. Es por esto que tanto el creacionismo como el diseño inteligente no pueden ser consideradas ciencias, pues no se ajustan a un método científico sino a lo que la Biblia o lo que algunos descubrimientos científicos, modificados a su conveniencia, puedan decir al respecto. Por tanto, ambos son considerados por la comunidad científica como seudociencias.

Pero ¿cuál la posición del Dr. Ross? Actualmente él asegura enseñar en la Universidad Liberty bajo un estricto paradigma científico, sin necesidad de tratar el tema de sus creencias seudocientíficas con sus alumnos. Sin embargo:
Él también ha escrito y expuesto sobre temas científicos con enfoque creacionista. Mientras aún estudiaba, apareció en un documental en DVD argumentando que el diseño inteligente es una mejor explicación que la evolución para la explosión del período Cámbrico, una rápida diversificación de la vida animal que ocurrió cerca de 500 millones de años atrás. La información en línea sobre el DVD identifican al Dr. Ross como "siguiendo un doctorado en geociencias" en la Universidad de Rhode Island. Es este uso de una credencial científica para respaldar puntos de vista creacionistas lo que preocupa a muchos científicos.
Noten ahora que el Dr. Ross se vale del diseño inteligente para explicar un suceso de hace 500 millones de años, lo cual corresponde a las creencias de los "creacionistas de la tierra antigua", que se basan en la idea de que la vida fue creada de inmediato en una Tierra antigua preexistente. Pero entonces el asunto se volvió confuso, Marcus R. Ross resultó ser finalmente un paleontólogo doctorado en geociencias, profesor de Historia de la Vida según la teoría de la evolución de Darwin, que además usa su título científico para respaldar teorías del creacionismo de la tierra antigua, pero que en realidad profesa el creacionismo de la tierra joven. Honestamente tantas posiciones distintas le pueden causar un dolor de cabeza a cualquiera. Nadie sabe para quién trabaja.

Surge entonces la controversia sobre si las universidades podrían empezar a "reservarse el derecho de admisión" frente a un postulante a un título en geociencias, debido a sus creencias religiosas, lo cual evidentemente no tendría sentido. Significaría caer en discriminación, ya que los requisitos y los exámenes para postular a cualquier carrera o título en una universidad están basados en las aptitudes y conocimientos del postulante, no en la religión que profesa. La única opción para las universidades y los profesores es demostrar absoluta imparcialidad ante el tema y educar lo mejor posible a sus alumnos, para que al término de sus estudios sepan darle un uso apropiado a sus conocimientos. Lamentablemente, el Dr. Ross parece estar decepcionando a sus profesores:
"Él es un gran científico", dijo el Dr. Boothroyd, quien fue su profesor en el curso de geología glacial. Pero en exposiciones y otras presentaciones, continuó, el Dr. Ross está empezando a usar "el hecho de que tiene un doctorado de un legítimo departamento de ciencias como un trampolín".
Lo que quiere decir que está usando su título para hacerse un nombre dentro de su círculo seudocientífico, pues lo ven como el creacionista con el doctorado en geociencias, es decir, casi un héroe. Aunque desde una perspectiva imparcial, habría que reconocer que el Dr. Ross tiene un gran mérito al haber obtenido un título tan importante sobre un tema que va completamente en contra de sus principios, sin haber tenido mayores inconvenientes y con calificaciones notables. Finalmente, saquen ustedes mismos sus conclusiones, ¿es la historia del Dr. Ross admirable o reprochable?... ¿O ambas?

5 comentarios:

ocraM dijo...

qué buena historia. no imagino cómo este señor puede haber pasado exámenes sutentando que la tierra tiene 10 mil años. eso significaría que para alcanzar su doctorado tuvo que traicionar sus creencias, aunque sea sólo a nivel académico.

un pequeño costo para alcanzar el cartón que lo legitima como propagandista de seudociencia.

Pável Jáuregui dijo...

mmm no se traiciona nada con aprender las tesis contrarias... siguiendo ese pensamiento un judío estaría moralmente impedido de estudiar las tesis de nazismo... lo que resulta preocupante es la falta de coherencia en los conceptos.
Si la fe y la razón apuntan hacia el mismo lado, el sistema debería ser coherente.

Leonardo Sanchez Coello - Conocer Ciencia dijo...

Un punto más para las pseudo-ciencias... ¡y yodo parece apuntar a que esta tendencia aumentará!

E Gañe dijo...

Un ejemplo más (fuente:El PaleoFreak):

Entre las conferencias de un ciclo de ciencia y tecnología organizada por la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Gijón hay una titulada El Diseño Inteligente. ¿Se tratará de una charla crítica con ese tipo de creacionismo? ¿Defenderá la ciencia de la anticiencia? Difícilmente. El ponente, Guillermo González, es profesor de Astronomía en la Universidad de Iowa (EEUU) y socio de alto rango (Senior Fellow) del Discovery Institute, que es la principal organización impulsora del Diseño Inteligente.

Guillermo González, de origen cubano, fue coautor de un libro, The Privileged Planet, en el que se defiende que las pruebas científicas implican que el universo fue diseñado para producir vida inteligente. El otro autor, Jay W. Richards, es otro creacionista, también socio veterano y vicepresidente del Discovery Institute. Dicho "instituto" produjo después un documental homónimo basado en el libro y plagado de argumentos pseudocientíficos (véase la crítica de Charles G. Lambdin). Cuando la película se "coló" en el prestigioso Smithsonian, que aceptó proyectarla, la comunidad científica estalló en protestas. El Smithsonian acabó rechazando los 16.000 dólares que le había donado el D.I.

Tenemos, por tanto, para el 11 de mayo, una sesión de propaganda creacionista en Gijón, programada por una universidad española y patrocinada por el Ministerio de Educación y Ciencia.

Miguel Vera dijo...

Un ejemplo más o menos parecido ocurrió aquí en Perú.

http://uterodemarita.com/2007/02/20/el-diseno-no-tan-inteligente-de-luciana-leon/

Una congresista joven y bastante ingenua promovió una conferencia y hasta la enseñanza del creacionismo en las escuelas peruanas. De Ripley...